Con las nuevas variantes del COVID, aparentemente interminables vacunas, órdenes que provocan tensión entre el gobierno y los ciudadanos, y restricciones de viajes que imponen una separación forzosa entre familias y amigos, este invierno hay una prevalente sensación de incertidumbre.
La próxima festividad de Tu B’Shvat nos recuerda que, a pesar de todo, el pueblo judío siempre es una nación con esperanzas.
Tu B’Shvat, el 15 del mes de Shvat, es una festividad singular. De acuerdo con el Talmud (Rosh Hashaná 2a). Tu B’Shvat era el día que se usaba para decidir la edad de un árbol respecto a la obligación de los diezmos. Los árboles frutales que florecían antes de esta fecha eran considerados parte de la cosecha del año previo; los árboles frutales que florecían después de Tu B’Shvat se consideraban pertenecientes a la cosecha del año siguiente.
Las costumbres de este día, que incluyen comer frutos, o en particular un «nuevo fruto» sobre el cual se pueda recitar la bendición de shehejeianu, fueron surgiendo a lo largo de los siglos.
Sin embargo, es sorprendente que Tu B’Shvat, la celebración del año nuevo de los árboles, tenga lugar en medio del invierno. En la mayoría de las regiones, cuando uno camina en esta época del año y observa los árboles, estos parecen estar secos y sin vida. No se ve ni una hoja. Aparentemente sería más apropiado celebrar Tu B’Shvat en la primavera, cuando los árboles cobran vida y se llenan de flores.
Todo lo que los árboles producirán en la primavera y en el verano se prepara dentro del árbol ahora mismo, en medio del invierno.
El eminente sabio francés del siglo XI, Rashi, explica (Rosh Hashaná 14) que a pesar de que los árboles parezcan no tener vida, en Tu B’Shvat comienza a fluir en ellos la savia. La savia, que indica que los árboles retornarán a la vida y comenzarán a nutrir los futuros brotes y frutos, por lo general comienza a fluir cuando el clima todavía está helado de noche y apenas un poco menos helado durante el día.
En Vermont y Quebec en esta época del año, los productores de azúcar hacen hoyos en los árboles de maple para extraer la savia. Todo lo que los árboles producirán en la primavera y en el verano se prepara ahora mismo dentro del árbol, en medio del invierno. El árbol está retornando a la vida, aunque todavía eso no pueda verse.
Tu B’Shvat nos enseña a mirar más allá de lo que vemos en la superficie, y a saber que la esperanza siempre puede volver a brotar.
El Árbol de la Vida
En la porción de la Torá de Beshalaj, que coincide cada año con la semana de Tu B’Shvat, el pueblo judío llegó a Mará y no pudo beber las aguas amargas (Éxodo 15:23). Dios le respondió a Moshé mostrándole un árbol y le dijo que debía arrojar una rama al agua, lo cual milagrosamente endulzó el agua. ¿Por qué Dios usó un árbol?
Para el pueblo judío, la situación parecía no tener ninguna esperanza. Había varios millones de personas en medio del desierto sin agua. La única fuente de agua que encontraron no se podía beber. La reacción natural fue desesperarse. ¿Qué esperanzas había para el futuro?
Arrojar la rama al agua fue un mensaje para el pueblo judío entonces y para siempre, respecto a que no debemos bajar los brazos. No debían preocuparse por el desierto ni perder las esperanzas para el futuro. Saber entonces y siempre que «la salvación de Dios llega en un abrir y cerrar de ojos».
El versículo en Deuteronomio 20:19 compara al ser humano con un árbol: ki haadam etz hasadé – el hombre es como el árbol del campo. Así como hay cuatro estaciones para un árbol, también hay estaciones en la vida de una persona. En la vida de una persona hay períodos en los que el futuro parece nefasto, y las cosas parecen marchar de forma miserable. ¿Qué ocurrirá?
El mensaje de los árboles, el mensaje de Tu B’Shvat, es saber que llegará la primavera. La savia fluye por el árbol, y las lluvias abundantes del invierno cumplirán su propósito. Las flores brotarán, los frutos jugosos crecerán y el sol volverá a brillar.
El ex presidente Shimón Peres observó: «A veces la gente me pregunta: ‘¿Cuál es el mayor logro que tuvo en su vida?’. Yo respondo: ‘Hubo un gran pintor llamado Mordejai Ardon, a quien le preguntaron cuál era el cuadro más bello que había pintado. Ardon respondió: El cuadro que pintaré mañana’. Esa es también mi respuesta».
También nosotros debemos saber que las dificultades de este momento pasarán. La parte más oscura del invierno tiene lugar justo antes de la primavera. Tu B’Shvat nos enseña que si mantenemos la fe en Dios y en nosotros mismos, los mejores días están por llegar.
Autor : Rav Menajem Levine
Ravi Menajem Levine es el CEO de JDBY-YTT, la escuela judía más grande del medio oeste de Estados Unidos. Fue rabino de la comunidad Am Echad en San José, California, en los años 2007 – 2020. En un reconocido charlista y ha escrito para numerosas publicaciones. El sitio web personal de Rav Levine es https://thinktorah.org.
muy bueno !